Pueblos Índigenas

Pueblos Índigenas

«Cuando naciste, lloraste y el mundo se alegró. Vive tu vida de manera que cuando mueras, el mundo llore y tú te alegres.»
Proverbio Cherokee

COMUNIDAD EMPORION©™

En el proceso natural de convivencia entre los seres vivos, la afinidad en el modelo de vida, la lengua, la cultura y la forma que tenemos de entender el modelo relacional, son circunstancias que promueven la creación natural de alianzas, lo que deriva en la creación de comunidades. Y así es como también nació la Comunidad Emporion©TM.

Esta Comunidad está compuesta por hombres y mujeres vivos que hemos elegido vivir bajo la comprensión de la ley y el derecho natural, siendo completamente conocedores de que existen más comunidades con modelos de convivencia completamente distintos al nuestro y no por ello, ni mejores ni peores. Sin embrago, nosotros vivimos con la claridad de que hay un orden natural de las cosas en el que se sustenta la vida y el modelo de relaciones sociales que generamos.

Una de las características fundamentales de la Comunidad Emporion, es que nos consideramos un Pueblo Indígena, ya que, los componentes de esta, hemos confirmado nuestro ADN mitocondrial, habiendo podido contrastar y confirmar nuestra línea genética ancestral. Para aquellos que sean unos iniciados en la materia, pueden leer los trabajos del Dr. Bryan Sykes. Dentro de todos ellos, recomendamos que lean una de las obras que marcó la diferencia en este apasionante mundo: «Las siete hijas de Eva»; recoge la esencia de su trabajo de investigación y como nos lleva a poder rastrear la pervivencia de un gen que se transmite de generacion en generacion, por vía materna hasta seguir la pista de nuestros antepasados geneticos a traves del tiempo y el espacio.

Otro denominador común que comparten los hombres y mujeres de cualquier parte del planeta es el lenguaje, la palabra, con el fin de comunicarse y poder establecer y mantener relaciones. Del lenguaje, como concepto, existe un significado extendido sobre la población, el cual es, probablemente, parte de la gran confusión en la que nos encontramos actualmente y que es relativamente sencillo de explicar. Al hablar, cada uno de nosotros, compartimos, expresamos y contamos cosas pero no prestamos atención a que el emisor de la información y el que la recibe son dos entes completamente diferenciados, con un conjunto de programaciones y experiencias absolutamente distintas, a lo que hay que sumar que cada uno entiende las palabras desde una perspectiva subjetiva, unida íntimamente a como, tanto el emisor como el receptor, entienden el mundo en el que viven. En concreto, cada uno de ellos entiende las palabras que usa bajo el significado que le da. Esto sucede desde que nos levantamos hasta que nos acostamos.

Sin embargo, esta concepción del lenguaje se ve completamente despojada de significado cuando tienes que realizar un trámite administrativo y la jerga utilizada en ese ámbito supera la comprensión de lo cotidiano.

Pues bien, desde Emporion queremos dejar claro que ese lenguaje, el que sólo unos pocos entienden y están habilitados para usarlo, es el lenguaje que rige nuestras vidas, el cual se ubica lejos de la realidad. Es de ahí de dónde nace la Comunidad Emporion: desde el propósito de enseñar la gran diferencia sobre el lenguaje común y la jerga legal, permitiendo que aquellos que verdaderamente quieran aprender a cómo vivir una vida plena con total independencia y autonomía, puedan hacerlo.

Los hombres y mujeres vivos somos la palabra que invocamos, determinando ésta lo que hacemos y lo que construimos en nuestras vidas.

Por dejar una referencia de este modelo ontológico y comprender qué somos, creemos oportuno presentar los postulados que Rafael Echeverría plantea en la «Ontología del lenguaje», los cuales nos dicen que:

Ignorar estos postulados sería tirar por tierra miles de años de historia, ya que la palabra es lo que rige nuestras vidas y el estudio en profundidad del lenguaje es lo que ha hecho que esta comunidad se una, estableciendo como hecho que la ley natural y el derecho natural son lo que da vida al lenguaje y a la comprensión de lo que son los hombres y mujeres vivos, en su esencia y forma de entender, crear y vivir en este mundo. Vivir en la realidad que crearon otros para nosotros, a través de un lenguaje codificado y completamente tergiversado, conocido como «lenguaje oficial», es lo que ha llevado a los diferentes modelos de sociedades al punto en el que nos encontramos, el cual, desde nuestra perspectiva, va en contra de la ley y el derecho natural, lo cual hizo que nos uniésemos para constituir esta Comunidad Emporion© y que la misma naciese como ente bajo el Derecho natural, derivando en el Ministerio de Derecho Natural Emporion foundation© y toda su estructura.

La mejor forma de entender la esencia de una estructura social es la siguiente:

Es importante explicar en este punto qué son la Corona y el Rey vigentes, al igual que cuál es el papel del Vicario de Cristo (el Papa) en esta historia.
Hay una confusión entre los siguientes conceptos:

Esta confusión proviene al creer que el Reino pertenece al Rey, al ser el representante actual de una Corona.

Pues bien, eso es un error, ya que, el Reino de un pueblo únicamente está compuesto por los miembros de su comunidad y su forma de relacionarse en el territorio que habitan. Por lo tanto, el Reino, pertenece a la Comunidad que, en sí misma, constituye un pueblo.

Habiendo establecido qué es un Reino y a quién pertenece, es importante aclarar que la corona es un linaje de sangre creado históricamente por un poder ficticio, el cual, en cada momento, ha estado representada o encarnada en la persona de un rey de dicho linaje.

Por tanto, el rey sólo sería la persona que un determinado momento de la historia estaría al frente de una corona, ostentando su representación.

Tanto el Rey que representa la Corona, como el Vicario de Cristo (conocido como Papa), históricamente se han adjudicado porque sí, considerando que ellos son los representantes de Dios en la tierra y que el pueblo son sus súbditos. Las Coronas con sus Reyes de turno a lo largo de la historia y los Vicarios de Cristo, han impuesto su poder a base de guerras, muertes y esclavitud, con un solo propósito: poder y control, todo ello, movidos por la codicia y teniendo por bandera que ellos son los representantes de Dios en la tierra y, por ello, tienen como legado esa facultad. De aquí proviene la confusión conceptual arriba mencionada.

Pero la supremacía absoluta del Vicario de Cristo (el poder espiritual) sobre el Rey (el poder secular también conocido como autoridad civil) y toda criatura humana, queda establecida a través de la bula papal Unam Sanctam el 18 de noviembre del año 1302, por Bonifacio VIII. Le dejamos un link para que pueden adentrarse de forma más concreta sobre este aspecto.

Por lo tanto, tras conocer lo anterior, cabe indicar que un Reino pertenece a un Pueblo y éste, solo éste, decide qué, cuándo, cómo, quién, etc., es decir, el pueblo decide qué modelo de convivencia y sociedad quiere generar. No hay nadie más que pueda decirle al Pueblo qué hacer, bajo qué estructura relacionarse y convivir. Así de sencillo.

El planeta tierra, con todo lo que lo compone, es un lugar especial y mágico para que, aquellos que lo habitamos, disfrutemos de su grandeza y abundancia. No hay nadie propietario de nada, ya que estamos aquí de paso. La propiedad es un concepto que pertenece al ilusionismo lingüístico, no a los hechos que experimentamos y cualquiera que se piense que tiene o posee algo, simplemente tiene que preguntarse ¿Mi cuerpo biológico cuantos años tardará en degradarse y dejar de ser funcional? Pues ahí se encuentra la respuesta al mundo ilusorio de la propiedad. Genesis 3:19 "Polvo eres y en polvo te convertirás"

Otra reflexión sencilla que se pueden hacer los lectores de este sitio web, con el objetivo de comprobar hasta qué punto la palabra puede utilizarse para fines ilegítimos, es la siguiente: la existencia de la tierra es milenaria, las civilizaciones han sido múltiples y, al final, resulta que aquellos que quieren tener el poder y el control, los llamados vencedores, son los que escriben, crean, tergiversan y adulteran la historia a través de la palabra. Les animamos a que lean la Nueva Cronología de Fomenko donde podrán observar la gran trama montada en la que, sobre la realidad, se han superpuesto la friolera de 1000 años para que la humanidad esté completamente confundida y perdida.